Libro “Patas Arriba”
“Patas Arriba” de Eduardo Galeano
La
escuela del mundo al revés
Educando
con el ejemplo.
La
escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones
educativas. No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente
dicta sus cursos, a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo:
por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la
historia de la humanidad, el poder universal. En la escuela del mundo al revés,
el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar
y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos.
Los
alumnos.
Día
tras día, se niega a los niños el derecho de ser niños. Los hechos, que se
burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo
trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar
como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura,
para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son
ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy
temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte
tienen los niños que consiguen ser niños.
Curso
básico de injusticia.
La
publicidad manda consumir y la economía lo prohíbe. Las órdenes de consumo,
obligatorias para todos, pero imposibles para la mayoría, se traducen en
invitaciones al delito. Las páginas policiales de los diarios enseñan más sobre
las contradicciones de nuestro tiempo que las páginas de información política y
económica. Este mundo, que ofrece el banquete a todos y cierra la puerta en las
narices de tantos es, al mismo tiempo, igualador y desigual: igualador en las
ideas y en las costumbres que impone, y desigual en las oportunidades que
brinda.
Curso
básico de racismo y de machismo.
Los
subordinados deben obediencia eterna a sus superiores, como las mujeres deben
obediencia a los hombres. Unos nacen para mandones, y otros nacen para
mandados. El racismo se justifica, como el machismo, por la herencia genética:
los pobres no están jodidos por culpa de la historia, sino por obra de la
biología. En la sangre llevan su destino y, para peor, los cromosomas de la
inferioridad suelen mezclarse con las malas semillas del crimen. Cuando se
acerca un pobre de piel oscura, el peligrosímetro enciende la luz roja; y suena
la alarma.
Cátedras
del miedo
La
enseñanza del miedo.
En
un mundo que prefiere la seguridad a la justicia, hay cada vez más gente que
aplaude el sacrificio de la justicia en los altares de la seguridad. En las
calles de las ciudades, se celebran las ceremonias. Cada vez que un delincuente
cae acribillado, la sociedad siente alivio ante la enfermedad que la acosa. La
muerte de cada malviviente surte efectos farmacéuticos sobre los bienvivientes.
La palabra farmacia viene de phármakos, que era el nombre que daban los griegos
a las víctimas humanas de los sacrificios ofrendados a los dioses en tiempos de
crisis.
La
industria del miedo.
El
miedo es la materia prima de las prósperas industrias de la seguridad privada y
del control social. Una demanda firme sostiene el negocio. La demanda crece
tanto o más que los delitos que la generan, y los expertos aseguran que así
seguirá siendo. Florece el mercado de las policías privadas y las cárceles
privadas, mientras todos, quien más, quien menos, nos vamos volviendo vigilantes
del prójimo y prisioneros del miedo.
Clases
de corte y confección: cómo elaborar enemigos a medida.
Muchos de los grandes negocios promueven el crimen y del crimen viven. Nunca hubo tanta concentración de recursos económicos y de conocimientos científicos y tecnológicos dedicados a la producción de muerte. Los países que más armas venden al mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz mundial. Afortunadamente para ellos, la amenaza de la paz se está debilitando, ya se alejan los negros nubarrones, mientras el mercado de la guerra se recupera y ofrece promisorias perspectivas de carnicerías rentables. Las fábricas de armas trabajan tanto como las fábricas que elaboran enemigos a la medida de sus necesidades.
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